Lunes 10 de febrero en el aula de Proyectos
El próximo lunes la estudiante de doctorado Maite Angulo nos hará una
breve presentación de su proyecto de tesis, con el doble fin de aclarar en qué
consiste un proceso de investigación doctoral en Bellas Artes, para aquellos
interesados en continuar su formación por esa vía y, por otro lado, debatir
sobre algunas cuestiones referentes al arte contemporáneo.
El proyecto “Desconectados. Análisis de la dimensión
relacional en algunas prácticas artísticas contemporáneas” se centra en el
análisis de una serie de prácticas
artísticas contemporáneas cuyo objetivo principal es la construcción de socialidad y cuyo marco de referencia teórico es el contexto
del capitalismo cultural contemporáneo y su influencia tanto en
la experiencia social en conjunto como en la experiencia estética.
El
punto de partida del estudio es la observación de un cierto malestar en la
cultura, que podría describirse como un ambiente
de desconexión, en el sentido de indiferencia
y fragmentación
percibido en la experiencia social en su conjunto y más concretamente en la
experiencia estética. Este fenómeno de desconexión
implicaría una experiencia truncada y esterilizante que no permite un disfrute
pleno o una relación operativa ni el seno de la vida social ni en la experiencia
estética, y estaría relacionado con un conjunto de aspectos característicos de
nuestras actuales sociedades como el exceso
de estímulos sensoriales y contactos sociales al que se ve sometido el
individuo en una gran ciudad y que le llevarían a una actitud de recogimiento y
reserva, o los procesos de
homogeneización, fragmentación y parcelación del espacio público que delimitan
y mercantilizan la experiencia social. Tomando como referencia las teorías
estéticas de John Dewey, Georg Simmel, Georg Lukács y Herbert Marcuse se está
realizando un estudio de la historia social de la desconexión así como de diversas propuestas de emancipación a
través de “experiencia de comunidad” y de la “experiencia estética”.
Desde la década de los noventa se aprecia un incremento de las prácticas
artísticas que se hacen eco de este debate y desarrollan, desde ámbitos tan
distintos como el arte de contexto, el arte público o el activismo creativo,
propuestas encaminadas a generar nuevos y alternativos espacios de socialidad e
intercambio. El pensador y crítico de arte francés Nicolas Bourriaud publicó en 2006 un conocido ensayo titulado
“Estética relacional” en el que analizaba una serie de prácticas que tomaban el
conjunto de las relaciones humanas como material de trabajo para experimentar
con las nociones relacionales e interactivas de la experiencia estética. Así,
artistas como Rirkrit Tiravanija, Pierre
Huygue, Liam Gillick o Douglas Gordon, entre otros muchos, organizaban
encuentros, cenas o fiestas con el propósito de desviar la atención del
carácter objetual del arte y centrarla en la experiencia del tiempo compartido
entre los participantes y el artista. Pero, ¿son estas propuestas realmente
eficaces? ¿es posible que las prácticas relacionales que estos artistas
proponen dentro de “la institución del arte” realmente promuevan una expansión
y un enriquecimiento de la vida social y de la experiencia estética?
A lo largo de la charla revisaremos algunas propuestas de arte
relacional en el sentido en que Bourriaud las definía así como otras propuestas
que buscan experimentar con la dimensión relacional de la experiencia a través
de procesos de autogestión cultural y fuerte vinculación con el contexto local
y la vida cotidiana. Como ejemplos de esto último encontraríamos experiencias culturales
que se llevan a cabo en Madrid como El Campo de Cebada, Esta es una plaza o Todo
por la praxis.
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