El inmenso placer que te da la poesía de Penna; por ejemplo, esas dos pequeñas líneas que deja caer como si nada:
"Quisiera vivir dormido / en el suave ruido de la vida".
En el catálogo de Alighiero Boetti. Madrid: MNCARS, 2011
"Veo y me olvido,
escucho y me acuerdo,
hago y entiendo"
Proverbio Chino
escucho y me acuerdo,
hago y entiendo"
Proverbio Chino
"Un ave migratoria cruza el cielo...
Poco a poco, como tú,
me voy haciendo pequeño"
Haiku de Ueda Gosengoku.
Poco a poco, como tú,
me voy haciendo pequeño"
Haiku de Ueda Gosengoku.
De una tina (nacimiento)
a otra tina (muerte),
cuánta palabra inútil.
a otra tina (muerte),
cuánta palabra inútil.
haiku de Kobayashi Issa (trad.: Orlando González Esteva)
"¿Por qué cuando un ser muestra alguna o mucha necesidad de otro, éste se aleja? Gravedad"
Simone Weil
"Cuanto más viejo me hago más cuenta me doy de que hay que trabajar mucho para reproducir lo que busco: lo instantáneo. La influencia de la atmósfera sobre las cosas y la luz esparcida por todas partes"
Claude Monet, 1891
Con las Catedrales Monet va más allá: (...) el edificio no es más que un fondo, una excusa , para mostrar al auténtico protagonista de la composición: la capacidad de la pintura de representar la cualidad dinámica de la luz y el ambiente, que es capaz de dar vida a algo tan pétreo e inanimado como la imponente fachada de la catedral gótica. Lo que Kandinsky había logrado descifrar en los almiares resulta aquí más que evidente.
Incapaz -por supuesto- de representar en un lienzo completo un cada fugaz instante, Monet trabajaba en ocasiones simultáneamente con varios lienzos, volcándose en uno en concreto cada vez que las condiciones de luz y ambiente se parecían a la del cuadro en cuestión. Imaginemos por un instante la situación: Claude Monet, instalado frente a la ventana de un segundo piso frente a la Catedral , trabajando frenéticamente con decenas de lienzos, a merced de que una nube pasajera, un fugaz rayo de sol, una niebla matinal le obligara a buscar -si es que existía- el cuadro en el que pudiera centrarse. Por supuesto, tal tarea debía resultar desesperante, y el propio pintor está a punto de abandonar su empresa. Pero no era Monet una persona que se rindiera fácilmente: " Más que nunca aborrezco las cosas que salen bien al primer intento" había escrito mientras trabajaba con los almiares . Monet llega incluso a concluir varios de los lienzos en su taller, fiándose de su portentosa memoria visual. Pero dos años después, la misión estaba cumplida, y Monet poseía ya tres decenas de capturas pictóricas de la Catedral. Así , y por primera vez en la historia de la pintura, se había logrado representar la cuarta dimensión , el tiempo, un logro reivindicado -sin embargo- por numerosas vanguardias varias décadas posteriores al maestro francés.
Olafur Eliasson
Simone Weil
"Cuanto más viejo me hago más cuenta me doy de que hay que trabajar mucho para reproducir lo que busco: lo instantáneo. La influencia de la atmósfera sobre las cosas y la luz esparcida por todas partes"
Claude Monet, 1891
Claude Monet:
"La Catedral de Rouen y la torre d'Albane a pleno sol, armonía en azul y oro". 1894. Washington, National Gallery of Art
Claude Monet:
"La Catedral de Rouen, el portal en un día gris". 1892. Paris, Museo d'Orsay
Con las Catedrales Monet va más allá: (...) el edificio no es más que un fondo, una excusa , para mostrar al auténtico protagonista de la composición: la capacidad de la pintura de representar la cualidad dinámica de la luz y el ambiente, que es capaz de dar vida a algo tan pétreo e inanimado como la imponente fachada de la catedral gótica. Lo que Kandinsky había logrado descifrar en los almiares resulta aquí más que evidente.
Incapaz -por supuesto- de representar en un lienzo completo un cada fugaz instante, Monet trabajaba en ocasiones simultáneamente con varios lienzos, volcándose en uno en concreto cada vez que las condiciones de luz y ambiente se parecían a la del cuadro en cuestión. Imaginemos por un instante la situación: Claude Monet, instalado frente a la ventana de un segundo piso frente a la Catedral , trabajando frenéticamente con decenas de lienzos, a merced de que una nube pasajera, un fugaz rayo de sol, una niebla matinal le obligara a buscar -si es que existía- el cuadro en el que pudiera centrarse. Por supuesto, tal tarea debía resultar desesperante, y el propio pintor está a punto de abandonar su empresa. Pero no era Monet una persona que se rindiera fácilmente: " Más que nunca aborrezco las cosas que salen bien al primer intento" había escrito mientras trabajaba con los almiares . Monet llega incluso a concluir varios de los lienzos en su taller, fiándose de su portentosa memoria visual. Pero dos años después, la misión estaba cumplida, y Monet poseía ya tres decenas de capturas pictóricas de la Catedral. Así , y por primera vez en la historia de la pintura, se había logrado representar la cuarta dimensión , el tiempo, un logro reivindicado -sin embargo- por numerosas vanguardias varias décadas posteriores al maestro francés.
Olafur Eliasson
"El espacio no existe simplemente en el tiempo, es del tiempo. A menudo, se olvida o se reprime esta condición, pues generalmente la sociedad occidental todavía está basada en la idea de un espacio estático no negociable.
A
menudo, se olvida o se reprime esta condición, pues generalmente la
sociedad occidental todavía está basada en la idea de un espacio
estático negociable.
Cuando se piensa en los entornos como estables,
tendemos a perder un sentimiento de responsabilidad por los medios en
donde nos movemos. El espacio se convierte en un fondo para la
interacción más que en un coproductor de interacción. Lo que se produce
es, de hecho, un movimiento doble: la interacción del usuario con otra
gente coproduce el espacio que, a su vez, es un coproductor de interacción.
Dado que en general los objetos no son estáticos, tampoco lo son las obras de arte. Éstas
existen en múltiples relaciones inestables que dependen tanto del
contexto donde se presentan como de la variedad de respuestas por parte
de los visitantes.
Hago
que la construcción sea accesible a los visitantes con el fin de
incentivar su conciencia de que cada obra de arte es una opción o un
modelo. De este modo, las obras de arte son sistemas experimentales y las
experiencias de éstas no se basan en una esencia que se encuentra en
las obras en sí, sino en una opción activada por los usuarios.
Estamos
siendo testigos de un cambio en la relación tradicional entre realidad y
representación. Ya no evolucionamos del modelo a la realidad, sino del
modelo al modelo, al tiempo que reconocemos que, en realidad, ambos
modelos son reales. En consecuencia, podemos trabajar de un modo muy
productivo con la realidad experimentada como un conglomerado
de modelos. Más que considerar el modelo y la realidad como modalidades
polarizadas, ahora funcionan al mismo nivel. Los modelos han pasado a
ser coproductores de la realidad.
En
mi práctica artística trabajo tanto con modelos analógicos como
digitales, modelos de pensamiento y otros experimentos que corresponden
al modelo de una situación. Todo modelo muestra un grado diferente de
representación, pero todos ellos son reales.
La
idea de que el mundo consiste en un conglomerado de modelos conlleva un
potencial liberador puesto que hace posible la renegociación de
nuestros entornos. Lo que tenemos en común es que somos diferentes.
La naturaleza tiene un gran potencial pero es siempre a través de la
cultura cuando más me interesa. Por eso me gusta la pintura del
Renacimiento, que no entiende el paisaje sólo desde la naturaleza sino
también desde la cultura, desde la posibilidad de que cuente cosas sobre
nosotros. Me interesa su caracter procesual, espacial y experimental.
Al final no me interesa tanto la naturaleza como el hombre."
“Sueños de silicio”
La artista Sachiko Kodama diseña programas informáticos que envían señales a unos electroimanes que a su vez dibujan las formas en los ferrofluídos. Estas formas suelen ir acompañadas de la música de Philip Glass en algunas ocasiones. En otras ocasiones, sin embargo, son los sonidos de los espectadores u otros grabados por la artista los que crean el ritmo, ya que este tipo de líquidos siguen impulsos externos y se mimetizan a partir de lo que perciben en su entorno.
“Sueños de silicio”
La artista Sachiko Kodama diseña programas informáticos que envían señales a unos electroimanes que a su vez dibujan las formas en los ferrofluídos. Estas formas suelen ir acompañadas de la música de Philip Glass en algunas ocasiones. En otras ocasiones, sin embargo, son los sonidos de los espectadores u otros grabados por la artista los que crean el ritmo, ya que este tipo de líquidos siguen impulsos externos y se mimetizan a partir de lo que perciben en su entorno.
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